12 mar 2017

Día internacional de la mujer - Medellín 2017

El pasado 8 de marzo se conmemoró el día internacional de la mujer, fecha en la que se congregaron diferentes colectivos de mujeres para exigir que cese la violencia contra ellas y para reivindicar sus derechos, por los que han luchado desde mucho antes de que se proclamara el 8 de marzo como el día internacional de la mujer en 1977 por la ONU (Organización de las Naciones Unidas). En Medellín, la lluvia acompañó el inicio del día hasta la tarde, pero eso no fue impedimento para que salieran a marchar; diferentes consignas se gritaron en la movilización “Ni una menos, vivas nos queremos” “ni un hombre, ni una mujer, ni un peso para la guerra” se escuchaban en las calles de esta ciudad.

Antes de comenzar la marcha, se reunieron en la Plaza Botero para condenar los asesinatos y violaciones de derechos a los que han sido víctimas decenas de mujeres. Colombia con su tradición de ordena y mando ha convertido el crimen, el abuso y la muerte en una página más de las noticias, llegando a culpar a la víctima y no al atacante, como es el caso de Rosa Elvira Cely, mujer que fue golpeada, abusada y empalada en Bogotá y a la que el Distrito culpó de su propio asesinato, pero las cosas no paran ahí el año pasado volvió a surgir el debate sobre que las mujeres no pueden andar solas, debe haber un hombre que las proteja y esto se debió al asesinato de dos jóvenes viajeras en la costa de Montañita en Ecuador, de manera que la cultura machista no ha permitido que la sociedad avance, las mujeres son culpables de lo que les pasa por cómo se visten, por estar solas y no ellos por agredirlas.

Por: Stefany Hernández
Hace un par de años se inició una ola de ataques en los que la mujer estaba de por medio, los ataques con ácido acumularon decenas de víctimas entre ellas la de la joven NataliaPonce de León a la que su ex pareja sentimental le arrojó la sustancia afectando gran parte de su cuerpo. El maltrato hacia la mujer no distingue, entre edad, condición social y hasta especies, porque cabe señalar que el especismo ingresa en esta área de violencia, la violación de mujeres y de hembras no puede diferenciarse y menos justificarse. En las entrevistas que realicé durante la movilización del día internacional de la mujer, algunos hombres respondieron que el machismo que hace parte del sistema capitalista es responsable de la violencia, porque la ideología de mando del sistema patriarcal le ha adjudicado deberes y restado derechos a hombres y mujeres, porque en esta historia cruenta nadie es libre de maltrato

5 mar 2017

LA CONDENA DEL SILENCIO

Hace muchos años, muchísimos años, pero no tantos como la edad del mundo, se interpuso una demanda en contra de la rebeldía que incidía en el orden establecido. En dicho juicio miradas amenazantes intimidaban a la acusada, con la defensa inhabilitada su voz fue apagada y la sentencia dictaminó el silencio perpetuo para toda su descendencia. La inferioridad de su género se promulgó por medio de las Sagradas escrituras. (Jueces 21:10-12).

Por siglos la mujer fue subordinada ante los ojos del mundo, quien nacía y se creía acreedora de derechos que no correspondían a la inferioridad de su género, ardían en su insolencia o eran apedreadas en el orgullo. Noches de oración apelando a la piedad del juez que las había condenado, convirtieron a las mujeres en seres innatos de devoción.

Al parecer para el séquito de la sotana la evolución no cuenta y aunque admitan vivir en el siglo XXI, siguen los paradigmas de una sociedad ajena a ellos, aun así creen saber qué es lo mejor para todos. Son audaces al momento de dar veredictos y sus palabras son sagradas, ya que fueron creados a la imagen y semejanza de alguien desconocido.

Proclaman la moral y el amor por el prójimo, pero sufren de ceguera, porque su singular amor obligó a cientos de mujeres a vivir a la sombra masculina, años de entrenamiento la convirtieron en súbdita de la sociedad “Si alguien vende a su hija como esclava, ésta no podrá quedar libre como los esclavos varones” (Éxodo 21:7); sino estaba a merced de su esposo lo que significaba principalmente ser sumisa y oradora, trascendería en la historia con el peyorativo de puta, lo que les costaría la vida (Jueces 21:10-12 ). Así como aquel personaje en la biblia que trascendió en los años como una mujerzuela.

Matrimonios impuestos en busca de la procreación hicieron de ellas la mejor fábrica de natalidad (Génesis 3:16), la población comenzó un ascenso espantoso según los designios del poderoso. “Multiplicaos” se convirtió en la consigna de la vida y “Dios proveerá” en el pan de cada día.

Al parecer un siglo que venía con las grandes promesas para superar los conflictos pasados se esfumó como cada palabra proveniente de las campañas políticas. Con la proclamación de los derechos humanos, se creyó una sociedad diferente, mujeres, afros, indígenas, gitanos y homosexuales, serían escuchados, puesto que en 1948 con la Declaración de los derechos humanos se admitía el sufragio universal, el cual no distinguía entre raza, religión, sexo o inclinación sexual, un verdadero Edén.

Sin embargo 68 años después, el panorama es desolador, la misoginia, es una realidad latente. Aún existen países donde la mujer no tiene derecho al voto.

Líbano: se requiere prueba de educación básica para mujeres, pero no para hombres.
Emiratos Árabes: sufragio limitado para ambos sexos.
Vaticano: sólo pueden votar los hombres.
En una iglesia donde el 61% son mujeres quienes están organizadas en diferentes órdenes religiosas, pero que aun así viven el viacrucis de aquella condena, invita a que nos preguntemos ¿quién es el prójimo al que aquél poderoso ama? ¿El reflejo de su espejo?


Para reclamar nuestros derechos, para que alcemos la voz para nosotras, salgamos todas a marchar este 8 de marzo, porque nuestro cuerpo es nuestra decisión, porque mi voz importa y rompamos la condena del silencio que nos impusieron. Salgamos a decir:
Fuente: niunamenos.com.ar