15 ene 2016

LOS EXPROPIADOS

Acabamos siendo presos de nuestras decisiones, del olvido y del espectáculo. Como buenos productos diseñados para manifestarnos sólo cuando el medio nos alienta, sentimos indignación cuando nos roban una corona o un partido de fútbol, pero eso sólo pasa cuando alguien de afuera nos lo hace, si es otro colombiano pasará a segundo plano y tendrá más relevancia una estupidez hecha noticia. Somos víctimas de nuestra ignorancia, de la insensatez y de la falta de compromiso.

El nombre “República de Colombia”, ahora sólo es un nombre porque el país está cada vez más lejos de ser del pueblo. La independencia sólo está en los libros, pero la patria boba es un episodio que no se supera.

Fuente: drgdiaz.com
Somos un pueblo sin memoria y sin tierra, por años han logrado expropiarnos de ellas, de nuestros mares, de nuestra Colombia. El gobierno entrega cada parte del país como si fuera una piedra en el zapato de la geografía. Ya no necesitamos VISA para viajar a Europa, pero pronto necesitaremos una para transitar por la montaña, el río o el llano que alguna vez fueron nuestros.

Cada vez hay menos agua, menos vida, pero esto no es un asunto de gran importancia o por lo menos tener vías de Cuarta Generación (4G) cuando los niños mueren de sed y hambre, prevalece sobre todo. Estamos tan dominados por la concepción de desarrollo occidental, que se nos es impensable imaginarlo si no es en base al cemento.

¿Para qué vías 4G? Aún no terminan de construir las que hay y quieren más elefantes blancos, más vías es igual a más autos, pero ¿para qué más? los que hay son suficientes para matarnos. El aire puro fue un viejo amigo a quien aprecié muchísimo. Ahora cuando un médico dice “inhale” está terminando por envenenar al enfermo.

Fuente: www.elespectador.com
El pulmón del mundo ya no logra emerger esos buenos aires. Las nubes han ido desapareciendo al punto que ahora lo que no permite ver eclipses es la contaminación y aun así una de las metas del ser humano es hacerse acreedor de un carro o moto que termine por asesinarnos.

Se vende el agua, los árboles y la tierra, para crear vías que nos hagan más intolerantes. Ahora las carreteras no son de progreso, son de invasión, entre más vías más importación, por ahí no camina el avance, corre el retroceso.

Somos la sociedad del abandono, todo se nos es arrebatado y nada se nos ha devuelto. Pertenecemos al país de los expropiados.

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